Los dentistas recomiendan comenzar a cuidar la boca del bebé desde que aparece el primer diente. Los dientes de leche son muy importantes en el desarrollo infantil de ahí la importancia de cuidarlos bien. Aunque no se conservan durante mucho tiempo, los dientes de leche son vitales para el desarrollo del niño, ya que contribuyen al desarrollo del lenguaje, a la alineación de la dentadura definitiva y a la masticación.
Los dientes de leche son más pequeños y más gruesos que los definitivos. El esmalte y la dentina son más finos y están menos mineralizados, por lo que son más vulnerables ante la caries.
Por este motivo, es muy importante mantener un cuidado adecuado de los dientes de leche de los niños y enseñarles los principios de una dieta sana.
El consumo de alimentos con alto contenido en azúcar, no cepillarse los dientes lo suficiente y no visitar al dentista con la frecuencia necesaria favorece la aparición de problemas bucales, e incluso de caries durante la adolescencia.
Os ofrecemos algunos consejos para el cuidado de los dientes de leche
- Lavarse los dientes tres veces al día. Es especialmente importante que nunca se olviden dos cepillados: el de la mañana, después del desayuno, y el de la noche, antes de acostarse. Ir a la cama con los dientes sucios o mal lavados hace que sean demasiadas horas con las bacterias actuando en la boca. En el caso de los bebés, recordamos que la caries del biberón se favorece si se van a dormir con él, así como si se endulza el chupete con miel, azúcar…
- Dejar que el niño vaya participando en la higiene bucal según su edad, y animarlos a lavarse los dientes.
- Cuando el niño tenga el control suficiente y sepa escupir bien después del cepillado, usar un colutorio infantil natural o con bajo contenido en flúor. No utilizar colutorio ni pasta dental de adultos, pues contiene una cantidad de flúor excesiva para los pequeños. Si el niño toma flúor en exceso puede producirse fluorosis leve. las piezas dentales, donde podrían aparecer manchas, incluso con efectos a largo plazo. La ingesta de flúor en los niños pequeños podría dar lugar a que también los dientes definitivos salieran con motas o descoloridos.
- No abusar de las chucherías o alimentos azucarados y pegajosos, ni de bebidas azucaradas como zumos o refrescos. Cuando se tomen, mejor si es en casa, donde pueden lavarse los dientes tras la ingesta y contrarrestar de este modo los efectos nocivos de estos azúcares.
- Mantener una dieta sana con abundantes lácteos, frutas, verduras… y no abusar de los dulces o bollería industrial.
- Se debe acudir a revisiones periódicas con su odontopediatra. Se recomienda al menos una visita anual desde que le salen los dientes al niño
No sirve lavarse los dientes de cualquier manera. Solo el correcto cepillado dental permite eliminar los restos de alimentos y los microorganismos que se adhieren a los dientes, para limpiar las superficies dentales. Así se favorece la acción de la saliva que contiene elementos químicos que protegen el esmalte del diente. Cuidando de los dientes de leche podremos evitar o reducir futuros problemas, desde las temidas caries a las ortodoncias
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