¿Alguna vez te has preguntado cuál es la diferente entre tener artrosis y artritis? Ambas son enfermedades que afectan a nuestras articulaciones, y que pueden dificultar seriamente nuestra calidad de vida por todo lo que ello conlleva. Algo tan básico como levantarse de la cama o abrir el bote de mermelada se pueden convertir en una experiencia dolorosa si sufrimos alguna de estas afecciones. Detectarlas antes de que sus efectos ya sean demasiado acentuados es primordial para un correcto y temprano tratamiento. A continuación, vamos a hablar de las diferencias entre ambas, cómo detectarlas, y por supuesto, cómo empezar a tratarse de la artrosis y la artritis.
Diferencias entre artrosis y artritis
Conviene señalar antes de empezar, que hay síntomas que pueden parecer comunes, como dolor, hinchazón o rigidez de las articulaciones afectadas, y que ambas afectan precisamente a esa parte del cuerpo, a las articulaciones, el resto de puntos en común terminan aquí.
- La artrosis es una enfermedad incurable porque es degenerativa, una vez se diagnostica, la única manera de frenar su progreso es realizando ejercicios de fisioterapia y con una dieta saludable para evitar sobrepeso que sobrecargue las articulaciones afectadas
- La artrosis además, se suele dar a partir de los 40 años, aunque puede aparecer en personas más jóvenes
- Se produce por un desgaste del cartílago, que termina por romperse, produciendo la artrosis
- El principal síntoma de la artrosis es la rigidez en la articulación
- La artritis es una enfermedad autoinmune y su principal síntoma es la inflamación de la articulación
- Se le llama autoinmune porque el propio sistema inmunitario ataca a una parte de la articulación, la membrana sinovial, cuya función es recubrir las articulaciones para su protección
- Puede darse en cualquier edad y circunstancia, aunque sí que es cierto que hay enfermedades que pueden propiciar su aparición
Con ambas enfermedades claramente diferenciadas, vamos a tratar de averiguar cómo detectarlas, para poder tratarlas adecuadamente.
Diagnóstico de la artrosis y la artritis
Si padeces alguno de los síntomas comentados más arriba en alguna de tus articulaciones, es importante que te plantees seriamente si puedes estar padeciendo artrosis o artritis y que no seas consciente.
Hay que tener en cuenta que a veces podemos asociar estas enfermedades a tensiones en las articulaciones por estrés o ansiedad, y aunque puede ser así, es mucho mejor prevenir nuestra salud y acudir a un especialista para que revisen la zona que nos duele. Pero ¿cómo detectar la enfermedad?
En el caso de la artrosis, si detectas dolores en zonas de la columna, las rodillas, caderas y los dedos de las manos, y tienes entre 40 y 60 años, es muy posible que estés empezando a sufrir artrosis, o al menos, todo parece indicarlo. Si este dolor, además, se acentúa con el movimiento de la articulación en cuestión, y cuando está en reposo se atenúa, también es otro síntoma de artrosis. En el caso de los varones, la artrosis más habitual es en las caderas, y en el de las mujeres, en las manos.
La artritis, en cambio, tiene los siguientes síntomas: dolor, rigidez, inflamación esporádica, dificultades para mover una articulación o enrojecimiento en o cerca de la articulación. Aunque algunos sean comunes a la artrosis, conviene destacar que la artritis puede aparecer a cualquier edad, y que no es degenerativa, por tanto, si se detecta a tiempo, pueden paliarse sus síntomas e incluso desaparecer. El estilo de vida o factores hereditarios son los principales responsables de que esta enfermedad se manifiesta en nuestra vida.
Hay diferentes tipos de artritis y a veces pueden surgir a raíz de una enfermedad externa, que al desaparecer esta, la artritis también se elimina. Realizar actividad física periódica y un estilo de vida sano y saludable en cuanto a alimentación, puede contribuir a acelerar que la artritis desaparezca.
En ambos casos, un diagnóstico temprano que implique una revisión al menor síntoma en una articulación que nos impida realizar quehaceres diarios, será necesario para afrontar la enfermedad lo antes posible y antes de que el deterioro sea demasiado grave.
¿Cómo tratar estas enfermedades?
La parte que más puede interesar a los lectores es saber acerca del tratamiento para combatir y frenar el avance de la artrosis y la artritis. Sin embargo, como ya hemos comentado en un párrafo anterior, en el caso de la artrosis frenar su avance es relativo, pues al ser una enfermedad degenerativa, se podrán paliar los síntomas para que la calidad de vida del paciente sea mejor, pero nunca parar la enfermedad. La artrosis irá avanzando con los años y es posible que cada vez se vea más afectada la articulación, pero si logramos detectar a tiempo la artrosis, podremos mejorar la manera cómo se vive con la enfermedad, para que nos imposibilite lo menos posible.
Para tratar la artritis se pueden usar diferentes medicamentos, como son los corticoides, los antiinflamatorios o supresores del dolor. En este caso, lo que se pretende es focalizarse en la enfermedad que ha traído la artritis para que una vez curada, la artritis también desaparezca. El ejercicio físico puede ser muy beneficioso para pacientes con artritis -y artrosis, de hecho- pero siempre bajo las pautas de un profesional, ya que ejercitarse excesivamente y con ejercicios incorrectos, podría deteriorar aún más el estado de la articulación.
Alguna de las ventajas de la actividad física en pacientes aquejados por estas enfermedades, son retrasar el envejecimiento del cartílago y el dolor de las articulaciones afectadas, aumentar la fuerza muscular y la densidad ósea, mejorando así la resistencia de la articulación, reducir la depresión que suele acompañar este tipo de enfermedades al verse impedidos y mejorar el estado de ánimo de los pacientes.
Estas pautas por supuesto, no son aplicables a todos los casos y como hay tantos tipos de artritis como pacientes que la padezca, es necesario acudir a un especialista para que realice el diagnóstico apropiado para cada persona.
En nuestros centros médicos en Sevilla, Medicur cuenta con traumatólogos y fisioterapeutas más que preparados para tratar la artrosis y la artritis de nuestros pacientes.